Hace
poco, el gerente de recursos humanos de una empresa con la que estamos
trabajando, me hace la siguiente pregunta, ¿cómo puedo ser una gran persona, pero sobre todo, más
amable? Me dio gusto que esa persona tuviera la confianza y el valor de hacerme
esa pregunta.
Hay
muchas personas que desde el primer momento en que las conoces, te das cuenta
de que es alguien con el don de la amabilidad, pero hay otras personas que
necesitan trabajar un poco en ello. Lo bueno es que la mayoría de las veces, la
amabilidad no cuesta nada.
Yo
le contesté que hay varias acciones que puede llevar a cabo, las cuales no nos
cuestan mucho y no necesariamente las tiene que aplicar en su empresa, ya que
cuando realmente vives dichas acciones, automáticamente se verán reflejadas en
tu organización y en las personas que te rodean.
1.-
Pagar la comida de alguien que no conoces.
2.-
Dejar en el escritorio de alguien una nota de aliento o ánimo.
3.-
Recoger basura.
4.-
Dejar que alguien se meta en la línea (fila).
5.-
Tomar el teléfono o visitar y agradecer a esa persona que ha tenido un gran impacto en tu
vida.
6.-
Ayudar a un desamparado.
7.-
Ceder el lugar a alguien.
8.-
Dejar dinero en una máquina expendedora.
9.-
Tomar el teléfono o visitar y saludar a ese amigo (a) que no ves desde hace muchos años.
10.-
Visitar y convivir con los viejitos de un asilo.
Yo
sé que hay más acciones que reflejan a un gran ser humano. ¿Cuáles más
agregarías tú?
¡Muchas
gracias por leernos!
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Daniel Rodríguez de la Vega
Conferencista Internacional, Consultor y Director de CRECES
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