El
verdadero poder del networking: 1% conocer gente nueva y 99% mantener el
contacto
Siempre
he dicho que soy malo para convivir. No me considero una persona antisocial,
pero si me das a elegir entre una reunión de trabajo con 50 personas o una cena
con 4 desconocidos, probablemente elegiría la primera. Se me facilita hablar en
público, pero no tanto hablar con el público.
Durante
años pensé que el networking se trataba de eso: de conocer gente nueva, de
presentarte, de repartir tarjetas y de acumular contactos en el celular o en
LinkedIn. Hasta que un día me di cuenta de algo que cambió por completo mi
manera de entenderlo.
El
networking, al menos el que realmente funciona, no es conocer más personas. Es
mantenerte en contacto con las que ya conoces.
La
falsa idea del “conocer más”
Hubo
un tiempo en que asistía a muchos eventos, congresos y capacitaciones. Conocía
a mucha gente. Gerentes, directores, dueños de empresas, vendedores,
estudiantes y aunque las conversaciones eran buenas, pocas trascendían.
Pasaban
los meses y me encontraba con alguien que me decía: “¡Oye! Te escuché hace
tiempo en una conferencia y ahora que te volví a ver me acordé que necesito una
capacitación para mi equipo.”
Y ahí me
di cuenta de algo: no era yo quien había mantenido el contacto. Eran ellos.
Ellos
me buscaron. Ellos me recordaron. Ellos dieron el seguimiento y curiosamente,
eran los mismos que dirigían empresas, los que tenían claro que el éxito no
depende de conocer más personas, sino de cuidar las relaciones que ya tienes.
El 1%
y el 99%
Si
tuviera que ponerlo en números, diría que el networking es 1% conocer gente
nueva y 99% mantenerte en contacto con ellos.
Conocer
a alguien nuevo te da una oportunidad. Mantenerte en contacto convierte esa
oportunidad en una relación.
Y
mantener el contacto no significa escribirles todos los días ni forzar
conversaciones. Significa tener presencia. Mandar un mensaje en su cumpleaños. Compartir
algo de valor y que les pueda servir. Felicitarlos por un logro o simplemente
escribirles después de un tiempo para saber cómo están.
No es
una estrategia. Es un interés meramente genuino.
Hablar
de lo que le interesa al otro
Con el
tiempo, también descubrí otra cosa: me desenvuelvo mucho mejor con las
personas cuando hablo de temas que a ellas les interesan.
Cuando
la conversación gira en torno a lo que la otra persona valora, se abre una
conexión auténtica. Y esa es la base del networking real.
Porque
al final, el networking no se trata de ti, sino de ellos. De escuchar, de
aprender y de ofrecer valor sin esperar algo a cambio.
Las
relaciones que permanecen
Cuando
miro hacia atrás y pienso en cómo han llegado algunos de mis mejores proyectos,
casi todos tienen algo en común: surgieron de relaciones que ya existían.
Personas
que conocí hace años y que, de alguna manera, mantuvieron ese vínculo activo o
vivo.
Y eso
me hizo pensar: los grandes empresarios, los buenos vendedores, los líderes que
logran trascender, no son necesariamente los más carismáticos ni los más
extrovertidos. Son los que entienden el valor de mantenerse en contacto.
Retomar
el contacto
Por
eso, si hay algo que quiero que te lleves de este artículo es esto:
No te preocupes tanto por conocer más gente. Preocúpate por cuidar a la que ya
conoces.
Haz
una lista de personas con las que valdría la pena retomar el contacto. No para
venderles, sino para reconectar. Escríbeles un mensaje, comparte algo que les
pueda ser útil o simplemente pregúntales cómo están.
A
veces, el siguiente gran proyecto, cliente o colaboración no está en alguien
nuevo que vas a conocer… sino en alguien que ya te conoció, pero que dejaste de
buscar.
¡Muchas
gracias por darte la vuelta!
Si no
estás 100% convencido de tus resultados de ventas y/o quieres reducir la
pérdida de clientes, échame un grito, porque me encantaría ayudarte.
Daniel Rodríguez de la Vega
TED Speaker, Mystery Shopper de por vida y
Fundador de CRECES
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