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3 cosas que debes hacer al dar tu precio

3 cosas que debes hacer al dar tu precio


Hace años, odiaba el silencio justo después de decir mi precio.

 

Y como no aguantaba esa incomodidad, siempre hacía lo mismo. Decía mi precio y luego lo arruinaba con una frase como: “Pero si se te hace alto, lo podemos ajustar, ¿eh?”.

 

Según yo, estaba ayudando. Pero no.

 

Lo que realmente estaba haciendo era, negociar en mi contra antes de que el cliente dijera una sola palabra.

 

Y lo peor, le mandaba un mensaje clarísimo al cliente (sin querer): “No estoy tan seguro de lo que cobro… si quieres, me puedes bajar.”

 

Hasta que un día una persona que me estaba vendiendo publicidad para una revista, me dio el precio y se quedó callado. ¿Qué paso? Terminé comprándole.

 

Me dio risa, pero tenía sentido. Así que lo probé.

 

La siguiente vez que un cliente me preguntó por mi precio, respiré, di la cantidad y me quedé callado.

 

Segundos de incomodidad. Segundos eternos.

 

Y entonces escuché lo que jamás pensé que escucharía tan rápido: “Perfecto. Avancemos.”

 

Ese día entendí algo que me hubiera encantado saber desde el inicio. La confianza no asusta al cliente. Lo tranquiliza.

 

Y basado en eso, quiero dejarte las 3 cosas que debes hacer cuando dices tu precio y que si las aplicas, cambian por completo cómo negocias.

 

1.- Di tu precio como si estuvieras diciendo tu nombre.

Si tú no estás seguro de tu precio, ¿por qué tendría que estarlo el cliente? La mayoría de las personas “piden permiso” cuando dicen su precio.

La bajan con el tono, se disculpan, explican demasiado, justifican el número, o lo dicen casi en pregunta: “Eh… serían… como… $8,000… ¿está bien?”

No.

Tu precio no es una disculpa. Es una propuesta profesional.

 

Decirlo con seguridad no significa ser arrogante. Significa que tú ya hiciste la tarea, sabes lo que entregas y sabes el valor que generas.

Tu voz debe decir: “Esto vale mi trabajo.”

No: “Ojalá no te ofenda.”

 

2.- Di el número y quédate callado.

Esta es la parte que duele.

La que incomoda.

La que pone a prueba tu seguridad.

 

Pero también es la que más resultados da.

 

Cuando dices tu precio y sigues hablando para llenarlo de explicaciones, el mensaje es muy claro:

 

“No confío en que valga lo que estoy diciendo.” Pero cuando dices tu precio y guardas silencio, ocurre algo muy poderoso. Le transfieres al cliente la responsabilidad de responder.

 

Y créeme, la mayoría termina diciendo: “Ok.”

 

Ese silencio, que para ti dura como una eternidad, para el cliente apenas son un par de segundos en los que está procesando la información.

No lo interrumpas.

No lo salves.

No lo excuses.

El silencio es tu aliado, no tu enemigo.

 

3.- Entiende que el precio no es el cierre, es una parte del proceso.

Muchos vendedores y emprendedores creen que cuando dicen su precio, todo se define ahí. Y no.

 

Si te sientes nervioso al decir tu precio, generalmente es porque:

  • No preparaste bien la conversación
  • No exploraste lo que realmente necesita el cliente
  • No entiendes o no tienes definido el valor que generas
  • Estás tratando de “caer bien” en lugar de ser un profesional

 

Cuando haces bien tu trabajo antes de decir tu precio, la conversación cambia por completo.

 

Ya no eres el proveedor que intenta “vender algo”.

Te vuelves el experto que está guiando.

 

Por eso, dar tu precio con confianza es tan importante, porque no solo estás diciendo un número, estás estableciendo el tono de toda la relación.

 

Al final, el cliente no está buscando al más barato… está buscando al más seguro

 

Decir tu precio con claridad, seguridad y silencio no es una técnica para manipular. Es una muestra de profesionalismo.

La gente confía en quien se nota seguro.

La gente compra a quien se nota claro.

 

La gente respeta a quien respeta su propio trabajo y las 3 acciones son simples:

Dilo firme.

Dilo claro.

Y calla.

El resto… lo hace el cliente.

 

 

¡Muchas gracias por darte la vuelta!

 

 

Si no estás 100% convencido de tus resultados de ventas y/o quieres reducir la pérdida de clientes, échame un grito, porque me encantaría ayudarte.

 

 

Daniel Rodríguez de la Vega

TED Speaker, Mystery Shopper de por vida y Fundador de CRECES

 

daniel@crecesmx.com

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