Este martes pasado, el juego de futbol de la Champions
League, entre los equipos del Atalanta de Italia y el Valencia de España, tuvo
que ser jugado a puerta cerrada y todo a causa del Coronavirus.
Pero, durante la transmisión de televisión, se pudo observar
a uno sólo aficionado en las gradas. Esa persona era, Vicente Navarro, quien
fuera un fiel aficionado invidente del equipo español durante varias décadas.
Vicente no pudo estar en los festejos del centenario de su
equipo y la directiva del club, decidió honrarlo con una estatua en su asiento
favorito.
Si tomamos en cuenta que nos debemos a nuestros clientes
y que son la razón por la que nuestra compañía sigue viva, ¿de qué manera
podemos reconocer a esas personas que han confiado en nosotros durante tantos
años?
Tenemos la mala práctica de recompensar a esas personas que
ni siquiera son nuestros clientes. “Vente con nosotros y obtén estos beneficios”;
“si te cambias con nosotros, te daremos el mejor precio”; entre otras.
Busquemos la manera de mantener y reconocer a esos
clientes que siguen aquí. No seríamos nada sin nuestros clientes leales. No sólo
nos compran, sino que también se convierten en una publicidad andante de
nuestro negocio, nos defienden ante cualquier crítica y nos perdonan nuestros
errores de vez en cuando.
Toma años crear un cliente leal, así que dejemos de
perderlos y comencemos por honrarlos como se lo merecen.
¡Muchas gracias por darte la vuelta!
En Creces te ayudamos a convertir a tus clientes actuales
en clientes leales y si necesitas capacitación en temas de venta por valor y
experiencia del cliente, sólo échanos un grito, nos encantaría ayudarte.
Daniel
Rodríguez de la Vega
Conferencista
Internacional, Consultor y Director de CRECES
Síguenos
en:
twitter.com/creces