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Mostrando entradas de diciembre, 2010

El tiempo de tu cliente como diferencial

¿Cómo vender sin vender?

La semana pasada estaba yo en mi oficina cuando de repente oigo un fuerte golpe. Se oyó como el típico ruido de un choque fuerte . En cuanto oí el golpe, me asomé por la ventana imaginándome lo peor. Una camioneta había chocado con mi carro que estaba estacionado afuera de mi oficina. Salí del local y le pregunté a la persona cómo se encontraba.  Después de ver que estaba bien, le dije que era mi carro y que hablaría con mi ajustador. Al hablar a la aseguradora, me dicen que mi póliza estaba vencida y que no había sido renovada. Se me hizo raro, dado que mi seguro se renueva automáticamente cada año.  En ese momento, me acordé de Jorge Casillas, una persona que me vino a ofrecer unos planes de inversión y que pertenece a la empresa de mi seguro. Me contestó y lo primero que me dijo fue, ¿estás bien? A los diez minutos ya estaba en mi oficina y eso que ni siquiera es mi ajustador.  Cuando llegó, le comenté la situación y después de unas llamadas, me dijo que los