El pasado mes de diciembre, me tocó hospedarme en el hotel
Presidente Intercontinental de Guadalajara, ya que me tocó dar un par de
conferencias en ese lugar. Al llegar al hotel, noté varios detalles que me
empezaron a llamar la atención.
Llegué a hacer mi check in, tantito antes de las 11 de la
noche. En cuanto llegué, la persona que me atendía me dijo, “¿de casualidad tiene
hambre? Nuestro restaurante sigue abierto, pero cierra en media hora”. Le dije
que si y ofreció cuidarme las maletas mientras yo cenaba.
Entre al restaurante y a pesar del horario, la atención del
mesero fue impresionante. Me recomendó dos platillos y después de ordenar, regresó
y comenzó a preguntarme de dónde era, a qué me dedicaba y qué hacía en
Guadalajara.
Cuando me trajo el platillo, le dije que si no quería
sentarse para seguir platicando y mi sorpresa fue, que aceptó. Tal vez para
muchos pueda parecer algo raro, pero esa persona se tomó el tiempo para
asegurarse que yo pasara un rato agradable.
Al regresar a recepción, me dijeron que todo estaba listo y
que mi maleta ya estaba en mi habitación. Todo eso sucedió en menos de dos
horas y el resto de mi estancia en ese hotel, fue muy similar.
Nadie habla de la satisfacción, al menos que salga el tema,
pero si hablamos de esas experiencias únicas y memorables. Recuerda, el
servicio al cliente no es un departamento, sino una filosofía que debe ser
vivida por todo el personal de la empresa.
¡Muchas gracias por darte la vuelta!
En Creces te ayudamos a convertir a tus clientes actuales
en clientes leales.
LAE
Daniel Rodríguez
Conferencista
Internacional, Consultor y Director de CRECES
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