Hace poco, vino un joven a ofrecerme publicidad para una
revista de la ciudad. La persona no lo estaba haciendo mal, hasta que le
pregunté, ¿y cuánto cuesta anunciarme? Su primera respuesta fue, “el costo
incluye esto, eso, esto otro y aquello”. Si, le dije, pero ¿cuánto cuesta? Su
segunda respuesta fue, “como te comento, el costo incluye todo lo que le
comenté”. Por tercera vez le pregunté, pero ¿cuánto cuesta? Con la boca a medio
abrir y con muy baja voz, me dice, “$2,500”. ¿Cúanto? Casi no te escuche, le
dije. Y me vuelve a decir, “pero como te digo, el costo incluye todo lo que
anterior”.
Es increíble la gente que sale a vender algún producto o
servicio, sin ni siquiera estar orgulloso de lo que cuesta o vale. Si no estás
dispuesto a adquirir el producto o servicio que vendes, difícilmente podrás transmitir
el valor a tu cliente prospecto.
Cuando te pregunten por el precio, dilo con orgullo y
seguridad y será precisamente lo que transmitirás a esa persona que está frente
a ti.
¡Muchas gracias por darte la vuelta!
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Próximo evento en Creces:
En Creces te ayudamos a convertir a tus clientes actuales en clientes leales.
LAE
Daniel Rodríguez
Conferencista
Internacional, Consultor y Director de CRECES
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