Cada vez que me toca trabajar con meseros, muchas veces escucho decir lo difícil que son los clientes y lo tacaños o codos que son al momento de dejar propina. Por otro lado, también me tocar trabajar con meseros que se ve que disfrutan su trabajo, que siempre se preocupan por estar atentos a lo que el cliente necesita, que sonríen y llaman por sus nombres a los clientes y que los despiden de una manera sincera y amable. ¿Cuál es la diferencia entre los dos? Sin duda es la actitud. Cada vez que voy como cliente a un restaurante, dejo propina. Si el servicio fue excelente, he llegado a dejar hasta un 25% del total de la cuenta y en el peor de los casos dejo un 15%. Yo te puedo asegurar que ese mesero que se llevó el 15% o tal vez menos, llega a su casa y comienza a quejarse con su pareja o familiares de lo difíciles y tacaños que son los clientes y también se queja de cada uno de sus compañeros de trabajo. Yo siempre he dicho que se vale andar de malas, sólo que no o
Te ayudamos a convertir a tus clientes actuales en clientes leales.