“Daniel, tengo tres propuestas y la tuya es la más elevada”. Esa fue la respuesta de una persona que me pidió una capacitación en línea para su gente. Muchas empresas, emprendedores o vendedores, al escuchar eso, inmediatamente preguntan cuánto cobran los otros y se igualan en precio o inclusive se van más abajo. A veces pensamos que nuestro prospecto está buscando lo más barato o económico. Nos encanta pensar por el cliente y asumimos cosas que tal vez nuestro prospecto ni siquiera había considerado. Mi respuesta a la frase del comienzo fue: “te entiendo y la verdad es que nunca hemos ganado un trabajo basado en precio. Sabemos lo que cobramos, pero también conocemos los resultados que damos”. Después de eso me dijo: “eso quería escuchar. Sólo quería saber que estaba tomando la decisión correcta”. El tema que me estaba solicitando para su gente es, precisamente sobre valor, por lo que tenía que ser congruente, tanto en lo que decía como en lo que hacía. ¿Qué tan orgulloso
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