¿Recuerdas la última vez que te quejaste con una empresa por un producto o servicio que no cumplió tus expectativas? No sé si lo has notado, pero cada vez son menos las personas que se toman el tiempo y la molestia de hacer una queja formal. Por otro lado, la mayoría de los consumidores prefieren compartir su experiencia negativa con amigos y conocidos, en lugar de con la empresa. Yo hace poco dejé de ir a un restaurante. Por lo general hablaba por teléfono y pasaba por mi pedido. En tres ocasiones se equivocaron con el pedido y el problema era, que yo me daba cuenta ya que estaba de regreso en mi casa. Las primeras dos veces les marqué de vuelta, no más para decirles que se habían equivocado y su respuesta era, no vuelve a pasar y listo. Cuando sucedió la tercera, ahí sí ya no me quejé… simplemente dejé de ir y hace poco en una reunión, alguien sacó el tema del servicio al cliente en algunos restaurantes y bueno, tuve que contar la anécdota. ¿Por qué está sucediendo esto? En pri
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