No sé si a ti también te pasa, pero cada vez que tengo que reclamar la garantía de un producto o servicio, de cierta manera, sufro. A veces hasta me siento mal de hacerlo, porque sé que la persona que me va atender se va a sentir incómoda, porque tal vez no esté preparada para ese tipo de casos.
También sucede muy seguido, que para hacer válida esa garantía, tienes que pasar por una serie de requisitos interminables o casi imposibles, que terminan por desanimarte y decir, no vale la pena seguir intentando.
Pero… ya sabes que conmigo siempre hay peros. Hay empresas con las que sabemos y conocemos sus garantías y sobre todo, sabemos que son fáciles entender, que no te hacen muchas preguntas y que confían en ti como cliente o consumidor.
Una de esas empresas es, Amazon. Ay, Daniel, ¿te encanta Amazon, verdad? Y pues si y una de las principales razones es, porque ellos te la ponen muy fácil al momento de regresar un producto defectuoso y a veces ni siquiera te preguntan el por qué.
Una buena, pero sencilla garantía, le da al cliente o al consumidor, la confianza de que está adquiriendo no solo un producto o servicio en sí, sino el respaldo del mismo. De hecho, estamos dispuestos a pagar más por algo que tiene ese tipo de garantías y por lo tanto, se convierte en un diferencial.
Así que, el mensaje que te quiero dar con este artículo es, que analices tu garantía. Que tan creíble es, que tan sencilla y a la vista está. Entiendo que pienses que la gente se va a aprovechar de las cosas y no te voy a decir que no pase. Claro que sí, pero es muy poco comparado con los beneficios que recibes.
En mis cursos en línea, si al final tú sientes que no te sirvió, yo te regreso tu dinero. ¿Sabes cuántas veces lo he hecho? Solamente una vez y curiosamente esa persona ha seguido asistiendo a mis conferencias y también todavía me sigue en mis redes sociales.
Y si, tal vez esa persona sacó ventaja, pero ¿cuánto crees que me afecto? Pues la verdad es que nada. La garantía que ofrezco es mucho mayor, ha generado más confianza en la gente que lo toma y saben que por cualquier cosa, hay un respaldo en lo que están adquiriendo.
Entonces, ¿crees que tienes una buena garantía o hay que trabajar en ella? Analízala como cliente y no como dueño o empleado de tu empresa.
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¡Muchas
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Daniel Rodríguez de la Vega
Speaker Internacional, Mystery
Shopper de por vida y Fundador de CRECES
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