Hace unos días, me avisó mi agente de seguros de que tenía que pagar la póliza de uno de los carros de aquí de la casa. Me pasó toda la información y siempre había hecho una transferencia, pero es un proceso muy largo. Hay que hablar por teléfono primero y cuando por fin te contestan, hay que dar unos datos, confirman tu identidad y por último, te generan una orden de pago y entonces sí puedes hacer la transferencia.
Esta vez quise hacerlo de manera diferente, sólo para probar si el proceso era más sencillo. En vez de transferencia, quería hacer el pago directamente con la tarjeta. El procedimiento es muy parecido, pero hasta ahorita no he podido hacer el pago.
En la mañana hice la llamada y duré más de 20 minutos esperando a que alguien contestara, pero no. La maquinita me seguía diciendo que todos los representantes estaban ocupados. Increíble, porque había seleccionado la opción 4, que es la de pagos.
En el tercer intento, por fin contesta una persona, toma mis datos, confirma mi identidad y me pasa a una grabación que te va indicando qué hacer. Pones el número de tarjeta, fecha de vencimiento y el código de seguridad. Probé dos veces y el pago no se podía hacer.
Pensé que era problema del banco. Así que llamé, pero hí me dijeron que no había ningún problema y que sí debería de poder comprar cualquier cosa.
No sé si te has dado cuenta, pero entre más grande la empresa, muchas veces es más difícil comprarles o adquirir sus productos.
El otro día en uno de mis talleres, una persona me preguntaba: “Daniel, ¿cómo puedo competir con esas empresas tan grandes que están allá afuera?” Y mi respuesta fue muy clara: pónsela fácil a tu cliente, para que te compre. La conveniencia es clave y es la manera más sencilla de poder hacerle frente a las más grandes marcas.
Ahí te van cuatro preguntas que te van ayudar a evaluar tu conveniencia o la facilidad con la que tus clientes te pueden comprar:
1.- ¿Qué tan a la vista está el número de teléfono, mail o chat en tu página de internet?
2.- ¿Cuántos pasos tiene que realizar un cliente o cliente prospecto, para poder comprar tus productos o servicios? Si son de 3 en adelante, ya estás igual de mal que tu competencia.
3.- ¿Qué tan fácil y rápido es contactar con un ser humano, para resolver las dudas de los clientes?
4.- Con esta pregunta sé muy sincero: ¿si tú fueras cliente de tu empresa, volverías a comprar con toda esa serie de obstáculos y pasos que hay que seguir?
Sí hay maneras de competirle a las grandes empresas. No cometas los mismos errores que ellos hacen. No veas a tus clientes como transacciones, sino como lo que son, personas como tú y como yo.
Por cierto, un pequeño aviso: Si te cuesta mucho cobrar bien por tu trabajo; si constantemente te dicen, por qué tan caro y no tienes una respuesta clara o si quieres desarrollar un gran diferencial que te permita cobrar más por lo que haces, no te puedes perder el taller virtual y en vivo de BUENO, BONITO Y VALIOSO. Y por ser fiel seguidor de nuestro blog, te invito a que compres tu lugar por medio de la preventa privada. Lo único que tienes que hacer es, dar clic aquí, dejarnos tu mail y listo. Ahí vas a recibir la información para que puedas comprar tu lugar al precio más accesible en la historia de Creces. La preventa solo dura unos días y después tendrás que adquirirlo al precio regular. Así que aprovecha y comienza a encontrar tu valor en el mercado.
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por último, si no has escuchado el último episodio de nuestro podcast: Los 8 más grandes errores al vender tus servicios, da clic aquí y cuéntame qué te
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Daniel Rodríguez de la Vega
Speaker Internacional, Mystery
Shopper de por vida y Fundador de CRECES
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