Me imagino que estás pensando, ¿qué trae Daniel en contra de las propuestas? Y te entiendo, pero en el artículo anterior, te hablé de la importancia de no hacer propuestas o cotizaciones a lo loco. Más bien, hay que hacer cotizaciones al cliente adecuado. A ese que le resolvemos un problema, que es la persona que toma decisiones y que además, tiene el presupuesto para pagarnos. Ahora, me voy a enfocar en por qué no debes, nunca, pero nunca, enviar una propuesta, sin antes presentarla. Y te voy a explicar por qué. Imagínate que le hablaste al carpintero, porque quieres que te arregle todas las puertas de tu cocina. Ya tiene algunos años y le hace falta un ajuste. Entonces el carpintero te dice que te va enviar la cotización a tu mail. Siendo sincero, ¿qué es lo primero que haces? Claro y no lo niegues. Así es, te vas directo al precio. Yo creo que todos lo hemos hecho y esa es la razón principal, por la que no te recomiendo enviar propuestas sin presentar.
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